Foto: @barcelonaanimalsave
Mucho ha llovido desde la primera vigilia de The Save Movement que se celebró en un matadero de España en noviembre del 2017. Actualmente existen 35 grupos en nuestro país, distribuidos por todo el territorio, que organizan este tipo de eventos de forma periódica. Un gran ejemplo de cómo el activismo por la liberación animal ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Pero, ¿en qué consisten estas vigilias? Se trata de una forma pacífica de protesta en la que un grupo de activistas se desplaza a un matadero para ser testigo de los últimos minutos de vida de los animales explotados para consumo. Para ello existe un pacto entre les organizadores y las autoridades del matadero, quienes son avisadas previamente de la acción. Durante su transcurso, el grupo de activistas espera pacientemente la llegada de camiones cargados a más no poder de inocentes seres que entrarán al matadero para salir convertidos en piezas de carne anónimas totalmente desvinculadas del individuo al que pertenecieron.
Cuando un camión aparece a lo lejos, les organizadores del grupo se acercan a quien conduce para pedirle si puede detenerse unos pocos minutos para que les activistas puedan despedirse de los animales no humanos, siempre recordándole el carácter pacífico de la acción. Si la respuesta es negativa, a les activistas no les queda más remedio que apartarse y observar como la persona al volante, generalmente incómode por la situación, trata de entrar el vehículo cargado de vidas a toda prisa. Si, por lo contrario, la respuesta es afirmativa, les activistas se acercaran al camión y empezará la despedida. Tras viajes que pueden alcanzar las 24 horas y en los que están extremadamente hacinados, los animales explotados para consumo llegan al matadero en unas condiciones nefastas: asustados, estresados, heridos y cubiertos en sus propias heces. Durante los pocos minutos de los que disponen, les activistas documentan las condiciones en las que llegan, pero sobretodo tratan de confortar, acariciar y dar agua a estos animales. Seguramente este será el primer y único contacto amable que tendrán con humanes. Cuando el vehículo retoma la marcha, la realidad golpea a les activistas y genera un vacio emocional difícil de digerir.
¿Cuál es la razón por la que personas veganas y activistas, que ya no participan de la explotación animal y que luchan activamente para erradicarla, se exponen a este sufrimiento? La siguiente cita de Tolstoy, convertida en el lema de The Save Movement, lo resume muy bien: “Cuando el sufrimiento de otra criatura te cause dolor, no te sometas al impulso inicial de alejarte del sufrimiento, al contrario, acércate tanto como puedas al que sufre y trata de ayudarle”. Este es el propósito del grupo: ser testigo. Reconocer, detrás de la mirada asustada, a cada uno de los individuos y estar a su lado en sus últimos momentos, tratando de aportarles amor y calma. Pero no acaba aquí. Les activistas filman y fotografían a los animales transportados, inmortalizando su miedo y las terribles condiciones en las que llegan. Más tarde subirán este contenido a las redes sociales con el fin de llenar el hueco narrativo que existe entre estos seres vivos y la bandeja que se exhibirá en el supermercado con sus restos cuidadosamente despiezados para eliminar cualquier pista de la vida o la muerte del animal, lo que, seguro, incomodaría al consumidor. El objetivo final es que aquelles familiares y amigues desconocedores de la causa hagan la conexión ente la carne que comen y el animal que tuvo que morir para llegar a sus platos.
En un momento en que la industria alimentaria está empezando a enfocar su discurso publicitario hacía el bienestar animal, ya sea mostrando imágenes de granjeres abrazando a vacas o etiquetando los productos con cuestionables certificados sobre bienestar animal, es muy necesario que existan formas de activismo que muestren la realidad al consumidor. En un mundo carnista en el que se favorece continuamente la disociación y distorsión del origen animal de la carne, es fundamental visibilizar a sus víctimas y recordar que sus vidas y muertes, aunque trascurran en lugares herméticos, suceden a muy pocos kilómetros de nuestros hogares.
Referencias:
The Save Movement: The Save Movement
Plant Based News: The Save Movement, A Peaceful Action For Change.
Jane Unchained News: Don’t look away: The Save Movement documentary that asks you to come closer…
El Periódico: Vigilias veganas o por qué los mataderos no tienen ventanas