En esta oportunidad charlamos con Silvina Pezzetta, doctora de Derecho por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina). Es creadora del Seminario de Ética Animal de la Universidad de Buenos Aires. Fue académica visitante en el Instituto Max Planck y en la Universidad de Harvard. Ademas, es investigadora del CONICET en Argentina.
Podéis escucharlo en nuestro canal de YouTube, clicando AQUÍ. En el blog os dejamos una versión escrita un poco más resumida.
Estas son las redes de Silvina por si aún no conocéis el contenido que comparte: Ética Animal y @pezzettasilvina
Aprovechamos para deciros que, poco a poco, podréis escucharnos también en distintas plataformas de podcast.
Antropología de la vida animal: ¿Cómo has podido hacer que el animalismo toque las puertas y entre en el ámbito académico?
Silvina: Esto empezó hace un par de años, y bueno, afortunadamente no es que estaba sola, había otro profesor que, al mismo tiempo que yo, tenía interés en dictar un curso sobre Ética Animal y, además, ya había abierto un curso de Derecho Animal y había como una especie de campo fértil para empezar a pensar esto. No sin problemas, como bien vos decís… Es un tema que siempre está puesto como en cuestión, porque los derechos de los animales o la ética animal… «¿qué es eso?», «hay temas más importantes» o «primero los humanos..” […] Así que, siempre es algo que necesita ser defendido. Lo que yo hice fue presentar esta propuesta y entonces el titular de la cátedra me presentó al otro docente que tenía interés, que es mi colega y amigo Pablo Suárez, y presentamos este curso de ética animal que, en realidad, lo gracioso es que tenía un nombre mucho más largo porque era Teoría y Filosofía del Derecho Animal. Entonces nos advirtieron que cuando apareciera en la oferta, para que los alumnos elijan la materia, no iban a llegar a leer el nombre completo porque solamente se leen las dos primeras palabras o tres, entonces iba a quedar como «filosofía de…», y que pusiéramos un nombre más corto. Y entonces le pusimos Ética Animal.
[…] Pero a la vez y para mí igualmente importante o, quizás, incluso más importante aún, como soy investigadora de CONICET, había cambiado mi tema de investigación, mi tema original, que fue el tema de tesis doctoral hacia la fundamentación de los derechos de los animales y me parece que ahí también fue incluso más difícil porque es una institución en la que, quizás, hay una evaluación mucho más fuerte en términos de pares, cuando uno presenta sus proyectos de investigación. Y ahí ese proyecto fue bien recibido. […] Y a partir de ese momento yo me dedico full time a la investigación, y así fue también como gané becas internacionales para los Estados Unidos, para ir a Alemania, o sea, siempre trabajando en esa área y entonces eso me permitió publicar… y de esa manera poder entablar un diálogo en el campo jurídico con mis colegas que se dedican a otros temas dentro del derecho. Yo hago investigación, otras personas se dedican a el ejercicio de la función pública, y entre todos vamos construyendo lo que es el derecho animal desde distintos roles.
AVA: ¡Qué interesante y qué importante! Tú estás en Argentina, nosotras estamos en España, y yo me pongo a pensar en mi contexto actual, y concretamente todavía incluso a nivel más local, que es Canarias, y la verdad es que veo esa dificultad de que la parte académica reconozca ciertos estudios críticos animales y es algo que has podido lograr allí y, en relación a la participación de las alumnas, ¿tiene bastante demanda?
S: Sí, el curso se dio durante varios años. Este año hubo un problema administrativo y no salió ofertado. Y además, también a raíz de ese curso creé una cuenta de Instagram que, al principio, estaba relacionada con el curso y después se independizó, en el que también hago un trabajo de difusión, en el que trato de llegar con los mismos temas que dábamos en clase, o con las discusiones más actuales de Derecho Animal a un público más amplio […] El curso tuvo mucho, mucho éxito y… siempre completo.
AVA: Admiramos mucho la gran labor que has hecho en la teoría política o de derechoo filosófica en relación a las relaciones que tenemos con los animales liminales. Concretamente, todos los estudios y los artículos que has escrito en relación a las palomas de la calle. ¿Cuál crees tú que son las principales violencias que están expuestas las palomas en la calle?
S: Sí, yo creo que la violencia principal a la que están expuestas es… las carencias que tienen para conseguir los recursos necesarios para tener una vida que valga la pena. Esto tiene que ver, en primer lugar, con la comida y, en segundo lugar, con acceso a agua limpia y, por supuesto, la posibilidad de acceder a la salud veterinaria… como cualquiera de nosotros, como cualquier animal… Claro, hay momentos en los que uno necesita… ayuda médica. Y, además de eso, hay dos temas que también les afectan específicamente, que son: la crueldad de los humanos que buscan por distintos medios que las palomas no se acerquen o que no puedan, por ejemplo, posarse o anidar en distintos lugares, y usan métodos que les causan mucho sufrimiento, eventualmente incluso una muerte dolorosa, por ejemplo, por inanición. A veces se ponen redes y esas redes están mal colocadas o no tienen mantenimiento o a veces se colocan incluso en lugares donde hay palomas anidando y tienen sus pichones sin importar que esos animales estén ahí, entonces los animales no pueden salir y mueren de hambre y de sed. Y la otra cuestión es que muchas veces uno ve, lamentablemente, personas muy intolerantes con las palomas… Las palomas tienen un comportamiento similar al de los perros, se acercan a los humanos porque son animales que están acostumbrados a vivir con nosotros, son animales que tienen este comportamiento de acercarse a pedir por comida, porque comen de los restos de lo que nosotros tiramos y algunas personas a veces se las ve intentando patearlas, o dejando que los chicos las persigan y las palomas se asustan con esto… […] Y finalmente también, mientras más sucia esté una ciudad, más afectada va a estar la salud de las palomas. Y uno de los hechos más dolorosos para las palomas es que como son animales que pasan una gran parte de su tiempo caminando y no volando porque es así cómo comen del suelo, son granívoras, pero se adaptaron y comen prácticamente cualquier cosa… hay muchas palomas que, si las personas prestan atención, van a ver que les falta una patita o les faltan dedos de una pata o que tienen las dos patas enredadas con hilos que se las unen y les impiden caminar correctamente. Y eso eventualmente puede terminar una infección generalizada, en la pérdida de un miembro, en la imposibilidad de volar como corresponde para conseguir alimento y eso es producto de que nuestras ciudades están muy muy sucias. Hay grupos alrededor del mundo en distintas ciudades que se dedican a justamente a eso: Se encuentran en lugares en donde hay poblaciones de palomas asentadas, por ejemplo, en una plaza, y lo que hacen es capturar a las palomas. Van con un kit, capturan a las palomas que tienen las patitas con estos hilos o con pelos, limpian todo lo que pueden y, si la paloma puede ser liberada, la liberan en el momento. Si la paloma necesita atención veterinaria porque, por ejemplo, tiene una infección y necesita tiempo para recuperarse de esas heridas, se las llevan…y las vuelven a liberar en el mismo lugar donde la capturaron. Ese es uno de los problemas más importantes que aqueja a las palomas.
AVA: Claro, y encima las pobres son víctimas de un discurso de odio continuo, además de sufrir todas esas violencias que ahora tú misma nos estás explicando. ¿De dónde crees que surgen estos discursos de odio las palomas?
S: Hay estudios interesantísimos hechos por distintos investigadores que vienen del campo de las ciencias sociales, hay un libro muy bueno que creo que es el más interesante y el mejor documentado respecto del cambio de la percepción social sobre las palomas, que es de un autor que se llama Colin Sherolmack, el paper se llama Cómo las palomas se convirtieron en ratas con alas y él hace una historia de cómo las palomas pasaron de ser sumamente valoradas porque las explotaban para distintas cosas, desde carne, para fertilizante con sus excrementos o como ornamentos y, principalmente, luego, como palomas mensajeras, hasta que después de la Segunda Guerra Mundial, dejaron de ser útiles o dejaron de ser un recurso. [Enconces] él traza el paralelo con la modernidad y la aparición de esta separación entre la ciudad y lo rural, el lugar para los animales y el lugar para las personas, y ciertas ideas de higiene, y las palomas dejaron de ser útiles. […] para que sea un animal consumido… no estaba esta percepción de que la paloma era un animal sucio, un animal peligroso para la salud humana, era parte de la dieta o era parte de la tecnología de la comunicación, así que las personas vivían con las palomas en un palomar. Era algo común, el ejército tenía palomas. Pasaron de ser consideradas un recurso útil, de ser valoradas, a ser consideradas ratas con alas. […] La rata es también un animal símbolo de todo lo que es perjudicial para el humano y lo que habría que combatir, asociado con lo peor que puede pasar… un animal que contagia enfermedades incurables, que nos puede poner en una situación de riesgo vital, entonces se asimila la paloma a la rata. Lo que tiene además la paloma, a diferencia de las ratas, es que uno las ve, la paloma tiene comportamiento diurno y la paloma convive con nosotros y, además, se acerca a los humanos. Las ratas tienen un comportamiento distinto, viven de noche, no se van a acercar a los humanos para pedir comida, entonces eso las hace blancos más fácil de la intolerancia porque uno en general no las ve, a las ratas y los ratones, pero sabemos que están ahí, porque aparecen rastros, pero la paloma es una presencia permanente, molesta…
Él [Colin Sherolmack] rastrea la idea de ratas con alas, algunos dicen que viene la expresión de una película de Woody Allen, pero él la encontró antes haciendo un estudio sobre notas publicadas en diarios en Estados Unidos y, al parecer, fue la expresión que usó un intendente de Nueva York para referirse a una campaña que estaba haciendo de limpieza de la ciudad en la que había prometido limpiar las plazas de todas las cosas que le parecían inconvenientes. Y en esa misma categoría de inconvenientes ponía a los homosexuales y a las palomas que eran ratas con alas, caen dentro de la categoría de lo que no debe… de lo que no debe estar, de lo que no debe compartir lugares con nosotros. Y esto se fue reproduciendo como mito, la idea de que son peligrosas para la salud, de que son sucias, de que son una plaga, de que hay que hacer algo con las palomas y además como son animales que son considerados peligrosos o sucios o molestos o no nativos. La gente percibe con menos desagrado que haya actos de crueldad contra ellas o si encuentra una paloma muerta en la calle no le da la misma impresión que le daría, por ejemplo, si fuera un perro, si ve a alguien tratando de patear una paloma no tiene la misma reacción que tendría si ve a alguien tratando de patear un perro o un gato por la calle.

Silvina con Filipa
AVA: Sí, todo el concepto, toda la alteridad que se ha creado sobre el concepto paloma y también sobre el concepto rata, sobre el concepto de la otra, la diferente o la que incomoda en un determinado espacio, esto lo relaciono con el concepto de animales liminares que sale en el libro de Zóopolis. Silvina, ¿nos puedes explicar este concepto?
S: Sí, Donaldson y Kymlicka en Zóopolis lo que hacen es partir de la teoría del derecho animal tradicional que considera que todos los animales sintientes tienen valor intrínseco por el solo hecho de existir y de ser y de tener estas capacidades, de tener experiencias positivas o negativas y que cada uno tiene una propia vida que es de interés de cada animal conservar. Nosotros partimos de eso, obviamente que esa es nuestra base teórica, nosotros aceptamos que eso es así, éticamente es lo correcto, pero vemos algunos problemas con cómo han dividido o cómo han categorizado los teóricos que trabajan desde esta perspectiva a los animales. Usan dos categorías que también uno puede ver reproducidas, por ejemplo, en los sistemas jurídicos que son: animales domesticados y animales que son salvajes, esto es muy problemático porque es difícil a veces establecer cuando un animal es salvaje. Hay biólogos que, por ejemplo, no consideran a los animales nacidos en el zoológico, que no se podrían liberar nunca porque ellos llevan varias generaciones naciendo en cautiverio, como animales verdaderamente salvajes. Entonces ahí hay algunos problemas. Y después tenemos problemas con animales domesticados que llevan varias generaciones viviendo sin estar bajo el cuidado humano y que sobreviven perfectamente, como es el caso de las palomas urbanas… Entonces ellos dicen, además de esos problemas, lo que tenemos también es que la idea del animal salvaje, o por lo menos uno de sus derechos básicos, es que a esos animales se les respete su derecho a vivir en su hábitat y a liderar sus vidas como a ellos les parezca. Y por otro lado, los animales domesticados son animales que por sus características y porque nosotros los humanos los hemos criado durante siglos para que tengan determinadas características que dependen de los humanos que, en principio, o por lo menos muchas de esas especies, van a seguir dependiendo de nosotros por mucho tiempo, ya que estas necesitan de un contacto continuo y permanente de algún humano o de algunos humanos para sobrevivir. Pero después hay un montón de otros animales que viven alrededor de los humanos, pero que no están en la naturaleza, o sea, no están ahí afuera, digamos, en un espacio en donde no haya humanos, pero tampoco son dependientes de manera inflexible de un humano o de un grupo humano en particular, sino que sobreviven y tienen una relación con los humanos, que en biología se llama una relación sinantrópica, en la que ellos se beneficien de vivir en los entornos urbanos. Por ejemplo, en el caso de las palomas se pudieron adaptar porque sus antepasados vivían en acantilados, ellas están acostumbradas a pararse en formaciones rocosas y los edificios le recuerdan eso, son un espacio apto para que ellas ahí puedan hacer sus nidos, y porque además las ciudades les permiten encontrar comida en el piso, comida que no es de gran calidad, pero comida al fin. Y así pasa con las ratas, y así pasa dependiendo de la ciudad, con otras especies, con las ardillas, con las gaviotas, con los zorros, con distintos animales que ya se acostumbraron a vivir en entornos urbanos porque construyeron ciudades en lugares que eran su hábitat originariamente, o porque fueron desplazados y encontraron una ciudad en el medio, o porque son como, por ejemplo, en el caso de las palomas, animales que habían sido domesticados y que después fueron abandonados y entonces fueron formando sus propias poblaciones y se adaptaron bien a vivir en este estado de libertad. Pero una libertad en la que necesitan que haya humanos, por lo menos por ahora, o necesitan de los recursos que encuentran en las ciudades. Las palomas son uno de esos casos emblemáticos y son animales que no son ni salvajes ni domesticados… y la categoría de liminal es esa categoría intermedia entre el domesticado y el salvaje. Gran parte de las poblaciones de las palomas son liminales. Pero por ejemplo, una especie que puede revestir las tres, la misma especie con tres categorías pueden ser los conejos. Los conejos pueden vivir en estado salvaje, hay conejos que viven en las ciudades, en los parques, y hay conejos que son domesticados… Y la situación y las relaciones y las obligaciones y los derechos que tiene cada una de esas categorías son distintos dependiendo de cuál sea su lugar. El conejo que vive en la ciudad tiene unos derechos y nosotros tenemos unas obligaciones hacia ellos que son distintas que la situación del conejo que está en el campo, solo o en el monte… o la de un conejo que vive con un humano y que depende exclusivamente de su mano para sobrevivir.
AVA: Claro, es que al final convivimos en los espacios urbanos con animales, con diversos e infinitos individuos y deberíamos ser conscientes de su presencia y reconocerles. ¿Qué desafío en este momento, en pleno año 2025, nos encontramos para reconocer la ciudadanía a las demás animales?
S: Imaginemos un mundo en el que mañana reconocemos que los animales no son cosas, que son sujetos de derechos… Imaginemos que vamos a tener que agregar una tercera categoría, la de liminales, porque no podemos simplemente dejar a los animales que viven en las ciudades, van a tener que tener algún tipo de protección específica porque van a seguir viviendo acá. Los domesticados van a seguir con nosotros por mucho tiempo y Donaldson y Kymlicka no aceptan la idea de la extinción de los animales domesticados, creen que es posible tener una buena relación respetuosa con esos individuos, a diferencia de otras posturas abolicionistas, y también consideran que respecto a los animales salvajes tenemos obligaciones más fuertes que las que normalmente se postulan. Imaginemos que mañana cambian las leyes y los consideramos sujetos de derechos. Tenemos que pensar en esas tres categorías y entonces vamos a tener que pensar en qué estados van a ir, van a poder ellos ir a pedir esos derechos, porque cuando uno piensa en los derechos humanos, por ejemplo, piensa que son universales, que todas las personas los tenemos, más allá de que un estado reconozca o no reconozca determinados derechos, pensamos que esos derechos existen y que tiene sentido pensar en términos de violación de los derechos humanos, pero también es cierto que hay determinados derechos específicos que los podemos pedir en algunos lugares y en otros lugares no. Por ejemplo, si no soy ciudadana de un determinado estado, puedo tener acceso a la salud para algunas cosas, por ejemplo, como emergencias, pero no puedo hacer forum shopping para ir a operarme al lugar que me parezca porque el derecho a la salud lo voy a poder reclamar específicamente en la comunidad política a la que pertenezco que es, en este caso, por ejemplo, Argentina. O el derecho a votar o el derecho a participar en el debate público y que mis intereses sean tenidos en cuenta, los voy a tener en la configuración política actual en el estado o los estados de los que soy nacional o en los que tengo derecho, por ejemplo, de residencia. Con los animales pasa lo mismo, o sea, si los animales son sujetos a derechos y tienen derechos y tienen derechos negativos y derechos positivos, ¿a dónde los van a ir a pedir? Vamos a considerar a los animales salvajes como ciudadanos de sus propios territorios. Vamos a considerar a los animales domesticados como ciudadanos plenos de nuestros propios estados, pero pensemos que hay diferencia de los salvajes, por ejemplo, no se desplazan, por eso la diferencia es importante. Los animale salvajes no son nacionales de un territorio específico, por ejemplo, porque tienen conductas migratorias o porque aun cuando no la tuvieran y estuvieran asentados, solamente circunscrito a un estado nacional humano, tienen sus propias reglas y no dependen de los humanos para sobrevivir, por lo menos en cuanto a que no tienen interés en convivir con los humanos. Los domesticados no solamente tienen interés, sino que además nos necesitan. Y con respecto a los animales liminales, que sean ciudadanos plenos lo podemos debatir, yo no estoy plenamente de acuerdo con esta idea, pero ellos dicen, ser ciudadano implica además de tener derechos, tener determinadas obligaciones. Para poder respetarles esos derechos y para que ellos puedan integrarse a la comunidad, habría que limitar mucho sus derechos y los animales liminales en general, sobre todo si nosotros le otorgáramos los derechos y los protegiéramos, no se beneficiarían, por ejemplo, de volver hacia atrás y vivir una vida como los animales domesticados. Entonces, el estatus político no sería de ciudadano, sino que sería de residentes permanentes, como una persona, y ellos ponen el ejemplo de los migrantes que van a vivir muchos años… ellos [Donaldson y Kymlicka] son canadienses, también hay que entender el contexto en el que idean los ejemplos que ponen, digamos, cuál es su inspiración. Entonces ellos dicen, por ejemplo, en Canadá hay mucha gente que es migrante, que viene de Filipinas a trabajar durante muchos años, pero no tienen ningún interés en formar parte, no quieren asentarse en Canadá, sino que mandan su dinero a Filipinas y, cuando se jubilan, vuelven a sus países. Estos migrantes están ahí, necesitan tener derechos, todos los derechos robustos posibles, pero no son ciudadanos, tienen residencia permanente, por ejemplo, no pueden votar a nivel nacional. En Argentina, los residentes extranjeros, por ejemplo, pueden votar, pero solamente a nivel municipal. Si hacen un trámite, tienen otros derechos, pero no tienen todos los derechos de los argentinos. Tienen acceso a la salud, todos los derechos humanos reconocidos, a comerciar, todos los derechos básicos, pero no son ciudadanos plenos. Ellos argumentan que para los animales liminales todos esos derechos que vienen atados con ciertas obligaciones no son convenientes, que es la propuesta y que además después dependerá de cuál sea la especie, habrá especies a las que les conviene y habrá las especies a las que no les conviene ser domesticadas, las especies domesticadas y las especies liminales deberían tener más derechos y a muchas de ellas les convendría volver a una situación en la que haya mucha más protección de los humanos. Y en el caso de las palomas, por ejemplo, yo creo que se beneficiarían muchísimo más de vivir con humanos, como viven nuestros perros y nuestros gatos, que vivir en la calle. El proceso para ellas debería ser inverso, yo creo que podrían vivir mucho mejor si nosotros construyéramos palomares y estuviran con nuestro cuidado y no viviendo en libertad en la calle, no sería así con otras especies urbanas.
AVA: ¿Por las diversas violencias a las que son sometidas y a las que están expuestas en la vida?
S: Y con la característica de los animales también, por ejemplo, puedo imaginar a las ratas, que tienen otro tipo de conducta. No sé si biológicamente para ellas sería bueno vivir con nosotros, lo desconozco.
AVA: En lo que comentas, haces una relación muy interesante entre grupos de humanas y animales liminales y realmente existe una relación muy estrecha entre el racismo que pudiéramos crear con otro grupo de personas migrantes de otros países y el discurso y la alteridad que hemos creado sobre las palomas.
S: Sí, calificamos a personas humanas y animales como deseables o indeseables, nativos o no nativos, con derecho o no derecho a estar en un lugar por razones más bien arbitrarias, y me parece que en eso coincide la idea de pensar que uno puede aislar o considerar peligroso toda una categoría en lugar de pensar en términos individuales o de historias particulares. ¿Cuáles son los riesgos? Porque es cierto que los animales contagian enfermedades, esto es una realidad, nosotros nos contagiamos entre nosotros enfermedades y eso no lo pensamos como un problema, pero también es cierto que, por ejemplo, en el caso del que estamos hablando, las palomas no son especialmente peligrosas… lo mismo que pasa a veces cuando se dan discusiones respecto de los migrantes y estas ideas o temores de que delinquen más o de que roban trabajos. Cuando uno muestra los datos no es así, y es que hay una construcción, hay mucha resistencia para eso, entonces en términos de cómo simbólicamente se construyen esos discursos es muy similar. Yo no soy especialista en esa área, yo trabajo en la Fundamentación del Derecho y la Ética Animal, pero uno ve que esos son paralelos que se trazan…
AVA: Tampoco hay informes que garanticen que la salubridad humana esté en peligro por culpa de las palomas.
S: Hay estudios permanentemente sobre las enfermedades que pueden transmitir las palomas y se van publicando papers, se hacen estudios de cuáles son los problemas… y sí, tienen algunas enfermedades que son recurrentes, pero para que sean contagiosas a los humanos se tienen que dar situaciones muy específicas, por ejemplo, que haya una acumulación de heces muy grande, que se limpien esas heces en seco y se levanten las esporas para transmitir un hongo y que la persona que haga eso no tenga ningún tipo de protección. Algunas otras enfermedades, la del contagio por medio de la materia fecal, es el mismo contagio que uno podría tener si está en contacto con materia fecal y no se lava las manos, pero la materia fecal humano o la materia fecal de cualquier otra especie. No son especialmente peligrosas, no hay ninguna epidemia que hayan generado ellas, no hay ningún caso de gran preocupación. Lo que sí tienen son enfermedades que son transmisibles entre ellas y que sí les producen muchos problemas de salud, sobre todo en los lugares donde hay un clima muy cálido, entonces el verano suele ser muy duro para ellas porque hay un tipo de viruela que las afecta y eso las transmite un mosquito, las va picando, ellas también las pican los mosquitos, entonces eso sí, eso sí es un problema, pero es un problema para ellas.
AVA: Silvina, durante este proceso has estado hablando sobre derechos negativos y derechos positivos. ¿Podrías explicarnos un poquito sobre ello?
S: Sí, esta clasificación entre derechos positivos y negativos es una clasificación que se da sobre todo en el marco del derecho constitucional de hace unos cuántos años atrás… El derecho a votar era considerado un derecho negativo, el derecho a la vida, un derecho negativo, simplemente necesito que nadie me mate, el derecho a votar, necesito que nadie me impida o el derecho al libre movimiento. Y después había derechos típicamente los que se consideran los derechos sociales, económicos y culturales que se consideran derechos positivos como por ejemplo el derecho a la salud que requiere que si estoy enfermo alguien haga algo y me provea algún servicio para curarme o que provea de medidas como la vacunación para prevenir enfermedades. Entonces, estos derechos positivos requieren de una acción específica de parte del estado. Esta distinción nos sirve también para los animales… En general, nosotros cuando pensamos en los derechos de los animales pensamos en derechos negativos… ¿tienen derecho a la vida? Ajá. Significa que tienen derecho a que nadie los mate… pero no había desarrollos para pensar que si el animal está enfermo, y se va a morir, tiene derecho a que nosotros lo atendamos si es que está en nuestra mano, si está dentro de las posibilidades individuales y sociales en las que encontramos ese animal… o tiene derecho a ser alimentado para no morir de hambre. ¿Qué significa el derecho a la vida? Nosotros pensamos en el derecho a la vida, el derecho a la libertad, que pareciera más fácil para el caso de los animales salvajes, que para los domésticos y a la integridad física y psíquica. Tiene derecho a no ser torturado, tiene derecho a no sentir situaciones de sufrimiento o miedo. Pero tiene derecho a algo más aparte de eso y eso no involucra algunas acciones, no involucra por ejemplo que entonces también organicemos nuestras sociedades, nuestras prácticas, considerando los intereses de esos animales. No solamente son derechos negativos, son derechos negativos y derechos positivos, o mejor, derechos que implican acciones y omisiones, ambas cosas…
AVA: Silvina, para ir ya cerrando. Fíjate, lo que nos cuesta a nosotros como especie reconocer que somos una especie invasora. ¿Cómo podríamos romper la barrera de la especie?
S: No sé si estamos cerca de romper la barrera de la especie, pero es cierto, en la última pregunta sobre la idea de que nosotros somos una especie invasora, me parece que por lo menos bajo el sentido coloquial del término lo que uno imagina que es una plaga, a veces los humanos nos comportamos como una plaga, llegamos a los lugares y realmente arrasamos, sin ningún tipo de conciencia de los límites que tiene el planeta y de que no estamos solos. Me pareciera que, somos los únicos que importamos y que además el planeta es infinito, con recursos infinitos y si no saldremos al espacio, como una especie de fantasía distópica en la que no parece haber límites. Yo no sé cómo se hace eso, a mí lo que me sirve siempre, yo te voy a contar una experiencia personal, no sé si le va a servir a todos, pero que a mí me resultó muy conmovedora… Hace unos años empecé a cursar una especialidad de bienestar animal en la Facultad de Ciencias Veterinarias que no pude terminar porque por la pandemia yo me fui a Alemania, después volví y me iban a dejar terminar, pero la especialidad no siguió. Pero la cuestión es que quería entender… porque nunca estudié veterinaria ni ciencias biológicas, pero esta especialidad estaba abierta también a personas que no vinieran de esas áreas… y quería entender, más o menos, desde el punto de vista biológico, cómo se medían los parámetros de bienestar animal y cómo lo veían los veterinarios y la gente que se dedicaba a eso. Porque a mí me parecía tan claro, pero claro, cuando muchas materias eran dictadas, o casi todas, por médicos veterinarios en clínica, y una de mis mejores amigas es veterinaria, y entonces ahí, cuando empezamos a tener esas materias, todas las cosas que veíamos, muchas de ellas eran de medicina, uno se da cuenta que a los animales, como a nosotros, se les saca sangre igual, están sometidos a transfusiones, tienen enfermedades como… no sé, depresión, dependiendo de la especie, ¿no es cierto?… Parece muy tonto lo que voy a decir, es algo que yo ya tenía internalizado, nosotros también compartimos tanto o más de lo que uno quiera aceptar y lo complejo que es eso, porque imagínate lo lejos que estamos de poder conocer a cada animal, de reconocer esa complejidad y, es que ese otro que está ahí tiene tantas necesidades y sufre igual que nosotros y tiene interés y quiere… y le duelen las cosas y tiene ganas de tomar decisiones… y se enferma, y eso a mí me pareció como muy conmovedor. Y además, me asombró porque me parecía que debería yo ya saber esto, pero viene bien cada tanto recordar. Creo que hay gente que no lo ve nunca. Principalmente con su perro y el resto… Si es que tiene la suerte de tener un perro…
AVA: Silvina, muchas gracias, no sé si quieres comentarnos algo para concluir.
Silvina: …ponerme a disposición por si alguien le interesa leer, por ejemplo, el texto de Colin Sherolmack o el texto de mi amiga justamente que escribió su tesis en bienestar animal sobre las palomas, que está en español, que es súper interesante, en el que ella hace también todo el recorrido histórico de cómo…las palomas pasaron de ser de ser animales reverenciados a ser animales…
AVA: Muchas gracias a ti, Silvina, ha sido un placer y muchísimas gracias de corazón por tu labor tan importante.
Dejamos enlazados los textos recomendados por Silvina:
Colin Jerolmack (2008) How Pigeons Became Rats: The Cultural-Spatial Logic of Problem Animals.