Érase una vez la historia de una loba…

Quisiera contar una historia, la historia de la loba (Canis lupus). Sus ancestros son los miácidos que habitaron este Planeta hace cincuenta millones de años. Existen testimonios fósiles de cánidos en Europa, América y Asia por lo que el territorio que ocupó era extenso y en regiones muy diversas, polares, subtropicales, alta montaña, áreas boscosas, estepas, tundras, o casi desérticas,  gracias a su gran adaptabilidad a los paisajes y a las condiciones ambientales. Los restos fósiles de la loba en Península Ibérica datan de entre 900.000 y 650.000 años, y de la adaptación a estas condiciones entre los 400 y los 200.000, en yacimientos como los de Atapuerca o Ambrona, surge una subespecie, la loba ibérica (Canis lupus signatus). (García, 2020)

La ocupación de los distintos territorios va a facilitar la variabilidad de su tamaño y de su pelaje, siendo de mayor tamaño en la zona boreal y surgiendo una gama de colores que van desde el blanco al negro, pasando por el pardo, el rojo, el gris o el  marrón, dependiendo del ambiente donde habite. En la loba ibérica existe un predominio de tonos marrones o rojizos, aunque tiene manchas blancas en las bigoteras y otras negras a lo largo de frente, patas y cola, con  pequeñas orejas triangulares y sus ojos son de color amarillo.

Los cánidos son carnívoros, no son animales especializados, sino que se aprovechan de cualquier recurso, no poseen un modo de alimentación exclusivo por lo que pueden adoptar un régimen dietético omnívoro. Tienen un cerebro muy desarrollado y un sentido del olfato prodigioso (una sensibilidad cien millones de veces mayor que la del ser humano). Su memoria olfativa es impresionante ya que es capaz de recordar un olor a lo largo de toda su vida. El oído le permite captar infrasonidos y suprasonidos, puede detectar un sonido a una distancia cuatro veces superior al ser humano, o incluso sonidos que son inaudibles para nosotras. (Nieto, 2015)

Enfoquémonos ahora en las reglas socialmente más relevantes en las que se basa la vida de la loba y en consecuencia en sus emociones. Las lobas viven en grupos familiares, normalmente compuestas por una pareja reproductora[1] adulta  y sus crías, entre 3 y 6 u 8 integrantes. Pero esta pareja no está por encima de los otros miembros del grupo, (cada componente tiene su papel y la pérdida de alguna de ellas supone un peligro para el conjunto) y se basan en relaciones familiares, vínculos emocionales, relacionados con la gesticulación corporal de la emoción. Estos rasgos tendrán una tendencia a la imitación y a la sincronización de expresiones faciales, vocales y posturales con los del  otro individuo. Las emociones morales, al igual que en las humanas, aparecen cuando el grupo percibe conductas inadecuadas para el bienestar del grupo, la conducta grupal prevalece a la individual, y por lo tanto si se infringe una regla, se pierde valor en el grupo. Estos comportamientos no están ligados a una mayor garantía en la caza, sino que tiene una mayor relación con la defensa del territorio, la protección de otros depredadores, el aprendizaje y la experiencia para las crías. (Sulich, Mesquita, 2021).  

Después de releer estos relevantes datos sobre la loba, no alcanzo a comprender cómo la humana ha desarrollado a lo largo de su historia -fijémonos en los datos-  la paradoja de construir una identidad basándose en la superioridad de las habilidades humanas y de su estancia en la Tierra en comparación a las de la loba. Si comprendemos las expresiones afectivas, las necesidades, en definitiva,  la historia de la “Otra”˗ de la loba ˗ tendremos la capacidad necesaria para empatizar con ella[2].

Cuestiones aullantes a la luz de la luna…

El aullido de la loba ha suscitado desde largo tiempo en las humanas diferentes reacciones, a menudo, los han considerado inquietantes, amenazadores y diabólicos, y han suscitado emociones como la soledad, la rabia, la venganza. Sabemos por las investigaciones que  dependiendo de las condiciones, la humana puede oír el aullido de una loba a 16 km de distancia. Por lo general las humanas los han interpretado en sus propios contextos, nosotras queremos investigar el contenido afectivo del aullido de la loba para la loba. Según las investigaciones de Narotzky “los aullidos pueden relacionarse en contextos con “cachorros”, “cadáver”, “cría”, “respuesta”, “interacción de manadas”, “contacto intramanada”[3].” (Narotzky, 2021, p. 216). Ella misma nos habla de que los aullidos y el comportamiento de la loba tienen que plantearse desde una perspectiva lupocéntrica dejando atrás cualquier suposición de carácter antropocéntrico.

A lo lejos, se escuchó el lúgubre aullido de una manada de lobos. Hemos indicado anteriormente que cada loba es un ser único y al igual que tienen sus características particulares, también tienen su aullido particular. Dependiendo de las lobas y los territorios, pueden aullar en el interior de la zona, cerca de los límites fronterizos o en espacios superpuestos entre territorios. Los aullidos de rango  están dirigidos a los miembros de la misma manada, pueden responder a cuestiones de localización, mientras los miembros cazan o patrullan. En  la etapa de la  reproducción los aullidos tienen que ver con la crianza y la motivación. También, corresponden con mantener al “intruso” fuera del territorio y evitar encuentros “accidentales” entre manadas. (Narotzky, 2021)

Hoy en día, después del exterminio y la reintroducción, el sonido del aullido de un lobo se asocia con un indicador estético de completitud ecológica: si el aullido del lobo es parte del paisaje auditivo, el ecosistema está sano; si está ausente, los humanos sienten que falta algo (Narotzky, 2021, p. 164)

Pero no solo de aullidos vive la loba, ya que gracias a la observación de los investigadores sabemos que existen numerosas señales y tipos de llamadas para comunicarse entre ellas, como son los gruñidos, los gemidos, o las gesticulaciones para expresar situaciones de emergencia u otras situaciones relacionadas con la cohesión social. (Narotzky, 2021, p. 169)

La loba expulsada del país de las maravillas…

La convivencia entre humanas y lobas fue social y de cooperación. Si nos aproximamos a las últimas investigaciones establecidas en el Paleolítico, las opciones de estas relaciones, según distintos autores, parten de lo económico y de lo ritual y se tendrá un tratamiento diferenciado entre los animales mal llamados «salvajes»[4] y los animales mal llamados «domésticos» dotándoles por tanto de distinta personalidad que les sitúa en un lado o en otro, según la clasificación otorgada por la humana. (Rusell, 2022). Las cánidas y las humanas comparten mecanismos sociales básicos en cuanto a la cooperación en la caza, la crianza de sus crías y la defensa contra otros depredadores. En el Paleolítico Superior surgen las primeras domesticaciones, la perra es el primer animal autodomesticado[5]. Esta  domesticación se da por la aproximación de la loba a la humana. “la orientación social y cooperativa de los perros es una herencia del lobo” (Kotrschal, 2023, p. 13) El carroñeo fue una de las principales razones por las que la  perra se acerca a la humana, se produce una simbiosis, una coevolución en la relación, (lobas, perras y humanas comparten cerebros, fisiologías e incluso mentalidades sociales provenientes de esta evolución convergente), y posiblemente  las funciones se transforman y se convierten en ayudantes para el pastoreo, en guardianes o simplemente como compañeras. Se produce así  la dualidad en la que la vida silvestre se persigue y los hábitats son reclamados por las humanas (Rusell, 2022) (Krotrschal, 2023)

Quién teme al lobo “feroz”

La construcción cultural que hemos realizado a lo largo de nuestra historia alrededor de la figura de la loba, está basada en dotarle de características antropomórficas y hemos creado todo un universo simbólico alrededor de su figura. Muchas culturas con una relación más sinérgica con la naturaleza han proferido culto a la loba como símbolo de fertilidad. En el Antiguo Egipto el dios lobo Upuaut, “el que abre caminos” tenía como tarea asignada acompañar al sol para alumbrar un nuevo día. También se le ha otorgado el papel de protectora. Y andando en el tiempo, comprobamos que la loba es la mismísima fundadora de Roma con sus crías Rómulo y Remo. En Europa, la loba está relacionada con la ultratumba y numerosos guerreros se identificaban con este animal por su valor y su fuerza. Su figura ha sido recreada  en pinturas y grabados rupestres, en estelas o placas de bronce, en figurillas de barro, en inscripciones de aras votivas, ha estado presente en la iconografía heráldica (idealizando a la animal con características de autoridad, astucia, majestuosidad), y se han acuñado monedas con su imagen. (García, 2020)

A medida que el cristianismo se impuso en la Edad Media, la imagen de la loba cambia, se presenta como icono del paganismo y su imagen se identifica con el diablo, por ello se ordena combatirla. Comienzan a asignarla vocablos como “bestia negra”, “mal bicho” o “mala bestia”, difundiendo por medio de la tradición oral y escrita, el miedo y el terror hacia la animal que provocó la incitación a su exterminio. Para la expansión de esta creencia, se utiliza su representación en las construcciones religiosas, se le otorga gran carga simbólica y se la representa con las fauces abiertas, grandes colmillos, y devorando a otras animales y personas humanas. (García, 2020). El odio a la loba ya está sembrado y este miedo como veremos es infundado. Esta imposición de valores culturales hace mella en la relación humana/animal. Frases como “en la boca del lobo”, “noche de lobos”, “ver las orejas al lobo” o “ser lobos de la misma manada” o de tradición oral de producción literaria como las fábulas, los cuentos o los hechos históricos, han  alejado a la loba cada vez más de su imagen real.

Tirando del hilo de esta argumentación, hacia el siglo XVII, el filósofo inglés Hobbes recoge en su enseñanza la expresión latina Homo homini lupus, algo así como El hombre es un lobo para el hombre, para referirse a que los hombres en su “estado natural”, sin gobierno y sin leyes, es propenso a ser egoísta,  es un ser competitivo guiado  solo por sus intereses y su conservación. Solo puede salir de este estado de caos y violencia con una figura que tenga un poder absoluto sobre él, la figura del Leviatán. (Hobbes, 2012). En 1918 Freud escribe De la historia de una neurosis infantil. El estudio de un caso clínico de un niño por una grave perturbación neurótica a causa de una histeria de angustia (zoofobia). Tenía un miedo atroz a que viniera una loba y se lo comiera, no soportaba los libros donde la figura principal era la de una loba feroz, como  el de “Caperucita roja” o “Los siete cabritillos” (Freud, 1918).

Los motivos de persecución a la loba han variado en el tiempo, además de los culturales, hay que añadir los intereses económicos, que afectan al territorio y al mal llamado “ganado”[6], y los cinegéticos, supuestos controles de población. Todo ello ha provocado extinciones regionales en muchas áreas del territorio lobero, aunque gracias en alguna medida a los cambios en la legislación, existen zonas donde han podido recuperarse. (Bruns, Waltert, Khorozyan, 2019). Si bien en la mayoría de los casos la figura de la loba ha provocado detractores, existen también numerosas humanas que la defienden, por ello la legislación sobre su protección ha variado a lo largo de la historia.

Las primeras reglas dictadas de las que se tienen constancia en España para el exterminio de las lobas están redactadas por Carlos I en 1542, donde se organizaban batidas y se daba vía libre a la caza de estas “alimañas”. A partir de 1788 se establecen Reales Cédulas recompensando a los cazadores por su captura. En 1902 la Ley de Caza fijaba las recompensas a 15 pesetas el lobo, 20 pesetas para la hembra y 7.50 para las lobeznas. Pero a nivel local se dictaron diferentes ordenanzas que se establecían en cada pueblo, en algunos de ellos, se obligaba a los vecinos a que participaran en las batidas bajo amenazas de multa. En la provincia de Álava existen documentos testimoniados  de la persecución incansable de las lobas hasta mediados del siglo XX. (García, 2020)

En el mes de septiembre de 2021 se incluye a la loba en el LESPE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial), de esta manera la loba deja de ser considerada especie cinegética y se prohíbe su caza deportiva. Sin embargo, el pasado 20 de marzo de 2025, se aprueba en el Congreso de los Diputados la Ley de desperdicio alimentario. El Partido Popular logra ingresar una enmienda donde se acaba con la protección de la loba. Esta enmienda se basa en los residuos alimentarios que genera la loba cuando caza en territorio “ganadero”. (Según las últimas investigaciones el desperdicio alimentario que representa a la loba es del 0.27% frente al 85% que generamos las humanas) (López, 2025)

Lobos lamiéndose.  Autor: AMBQUINN (Pixabay)

Lobos lamiéndose. Autor: AMBQUINN (Pixabay)

Vamos a contar mentiras tralará…

Los cuerpos son trofeos y, por lo tanto, espejos: nos devuelven nuestra propia imagen; la imagen de cómo somos cuando salimos a torturar y matar y nos enorgullecemos de nuestra obra. (Bird, 2023, p. 172)

El crecimiento exponencial de la humana y de sus prácticas “ganaderas”, han provocado un “conflicto” con las lobas. (Alta densidad de caballos o vacas en semi-libertad). Las acusaciones que se las imputan es que han aumentado el daño causado por las lobas hacia el “ganado”, han aumentado su presencia en territorios cooptados por las humanas, e incluso pueden ser peligrosas para la propia humana. La gestión del “conflicto” puede llevar, como ya ha ocurrido en distintas partes del mundo, a la extinción de esta animal. Se presentan acciones que consideran que la mayor efectividad para  proteger el “ganado” y/o el territorio, es la eliminación letal de las lobas. Para poder llevar acabo esta acción, han aumentado las cuotas regionales de caza como solución[7]. Diferentes investigadoras han realizado un estudio sobre la eficacia de las medidas adoptadas para la protección del “ganado” contra las lobas y en la mayoría de los casos, encuentran que esta medida, no solo no lo soluciona, sino que puede ser más perjudicial. Esta medida favorecerá la entrada en este territorio vacío a otra manada, y si la manada se ve reducida, la caza irá dirigida hacia presas más vulnerables. (Bruns, Waltert, Khorozyan, 2019) (Elbroch, Treves, 2023) (Santiago, 2018) (Wielgus, Peebles, 2014). “Una gestión ética de la fauna silvestre, guiada por la mejor información científica y comercial disponible, sugeriría suspender el método estándar de captura de lobos en favor de métodos no letales” (Santiago, 2018). Las sugerencias apuntan a fomentar una divulgación hacia los convivientes entre lobas sobre las consecuencias de eliminar a las lobas e incluir los beneficios de vivir con ellas, proteger y cuidar al “ganado” en las épocas de reproducción puede evitar el acercamiento de las lobas, ya que ante la presencia de la humana son bastante huidizas. (Elbroch, 2023)

Si nos fijamos en las estadísticas para contrarrestar las imputaciones a las que se ven sometidas las lobas debemos de decir, que en cuanto al peligro mortal para la humana, no existen evidencias contundentes de ataques de lobas a humanas. La hostilidad de los ganaderos[8] hacia las lobas en materia económica por los daños causados al “ganado” no constituye un verdadero conflicto, ya que “se efectúan compensaciones económicas por las pérdidas según las características de la zona donde se producen, las explotaciones ganaderas y del estatus legal del lobo.” (García, 2020, p. 272). La tasa de mortalidad natural en ganado extensivo oscila entre el 5%-10%. El dato de porcentaje de muerte de “ganado” por ataque de loba es del 0.01%. Actualmente el censo de población mundial de lobas es de 200.000- 250.000 ejemplares. En España es de alrededor de 300 manadas, concentradas en el noroeste de la Península, donde se han visto obligadas a establecerse debido a  la presión ejercida por la humana a lo largo de varios siglos.

Quisiera centrarme ahora en algunas de las estrategias que se están llevando a cabo para la conservación de la loba otorgándole una valoración económica, ambiental, ética, cultural y económica. Entre los sectores ecologistas se le atribuye un valor ambiental por su papel controlador de la salud de la fauna silvestre, ya que selecciona a las presas más débiles o enfermas y como consecuencia realiza un servicio de prevención de enfermedades en las poblaciones silvestres, también como reguladora de ecosistemas. Desde sectores económicos, en materia de turismo, los Ayuntamientos están realizando una serie de actividades dirigidas a la observación de la loba ibérica que generan empleo y oportunidades para muchos municipios. En relación al valor cultural, como hemos visto, en parte en este estudio, se vincula con una parte muy importante de patrimonio etnográfico. (WWF España, 2025). En estos días se están celebrando  multitudinarias manifestaciones en apoyo a la protección de la loba. Miles de aullidos humanos se han oído a lo largo de todo el territorio español para que el gobierno garantice la protección de las lobas, en la manifestación de Madrid se caminaba al grito de “Lobo vivo, lobo protegido”. Por su parte desde el MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), se está estudiando posibles medidas para proteger a la loba, una de ellas es conceder 20 millones de euros anuales a las comunidades autónomas para la aplicación de medidas para la protección y para el pago de los daños causados por la loba. (Europa Press, 2025)

Y colorín colorado…

Para tener una comprensión completa de las lobas, su comportamiento, su comunicación, la relación humana/loba, he querido hacerlo desde una perspectiva multidisciplinar para que dialoguen entre ellas. De esta forma podemos afrontar la tarea de tener una visión más acertada del carácter y comportamiento de las lobas, y  como consecuencia, cambiar la percepción y las relaciones entre lobas y humanas, poner fin a su persecución y protegerla legalmente. Desde mi punto de vista antiespecista, prefiero a la loba viva, y no por sus grandes beneficios económicos, ambientales, como patrimonio etnográfico o cultural, sino solo por el hecho de existir. Pero también me encantaría ver a las vacas, ovejas, caballas, o cabras vivas, y en este sentido, no me refiero porque no  sean cazadas por la loba, sino porque la especie humana deje  de explotarlas para su beneficio (ya sea como valor de cambio o como producto de consumo). Pero quien sabe, a lo mejor es que a mí me gustan los cuentos con final feliz. 

BIBLIOGRAFÍA

Almiron, N. & Faria, C. (2024) Especismo y lenguaje. Plaza y Valdés.

Bruns, A. Waltert,M., Khorozyan, I.(2020). The effectiveness of livestock protection measures against wolves (Canis lupus) and implications for their co-existence with humans. Global Ecology and Conservation. Vol. 21. https://doi.org/10.1016/j.gecco.2019.e00868.

Elbroch,M., Treves,A. (2023). Perspective: Why might removing carnivores maintain or increase risks for domestic animals?.Biological Conservation.Vol. 283.110106. ISSN 0006-3207. https://doi.org/10.1016/j.biocon.2023.110106.

Europapress.(2025). MITECO estudia posibles medidas para proteger al lobo en toda España, entre ellas el reparto de 20 millones. https://www.europapress.es/galicia/agro-00246/noticia-miteco-estudia-posibles-medidas-proteger-lobo-toda-espana-ellas-reparto-20-millones-20250512184905.html. Consultado 21 junio 2025

Freud. S. (1917-19). De la historia de una neurosis infantil y otras obras. Obras Completas. Vol. 17. Buenos Aires. Amorrortu editores.

García. J. (2020). La huella del lobo en la cultura y el territorio cantábricos. Santander.  Librucos.

Hobbes, T. (2012). Leviatán. Madrid. Editorial Gredos.

Kotrschal, K. (2023). Wolf–Dog–Human: Companionship Based on Common Social Too. Animals 2023.13.2729. Https://doi.org/10.3390/ani13172729

López, C. (2025). La defensa del lobo; una argumentación científica y una cuestión moral. Eldiario.es.https://www.eldiario.es/caballodenietzsche/lobo-caza-ganaderia-norte-del-duero_132_12173299.html. Consultado 22 junio 2025

Narotzky, E. (2021). Humans and howls:wolves and the future of animal comunication. Montana. Montana State University.

Nieto, D. (2015). Etología del lobo y del perro. Análisis e interpretación de su conducta.Valencia.Tundra ediciones.

Shipman, P. (2021). Our oldest companions. The story of the first dogs. Harvard University Press.

Silveira, M., Sulich, J. (2020). Howling demands: the role of emotions in approval and censorship behaviors in Wolf pack. Conjectura: Filos. Educ,. Caxias do Sul. RS. Vol. 26. Dossie, 2021

Russell, N. (2022). The three faces of domestication. Walking among Ancient Trees: Studies in Honour of Ryszard Grygiel and Peter Bogucki on the 45th Anniversary of their Research Collaboration. Fundacja Badan Archeologicznych Imienia Profesora Konrada Jazdzewskiego Muzeum Archeologiczne i Etnograficzne w Lodzi, 75-85

Santiago-Avila, FJ., Cornman, AM., Treves, A. (2018) Killing wolves to prevent predation on livestock may protect one farm but harm neighbors. PLoS ONE 13(1): e0189729. https://doi. org/10.1371/journal.pone.0189729

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Wielgus RB, Peebles KA (2014) Effectsof Wolf Mortality on Livestock Depredations. PLoSONE 9(12): e113505. doi:10.1371/journal.pone

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WWF  ESPAÑA (2025) .Yo defiendo al lobo.  https://actua.wwf.es/es/yo-defiendo-al-lobo. Consultado 20 junio 2025

 NOTAS

[1] No hablaremos de macho “alfa” como líder de la manada, para no referirnos al grupo familiar de lobas como una estructura jerarquizada rígida, ya que numerosos estudios  han demostrado que  es una percepción errónea, la jerarquización se define en función de su rol procreador.

[2] Aunque hemos descrito aquí  rasgos generales sobre la loba, creemos que cada animal es único y distinto y tienen su propia singularidad.

[3] Todas las traducciones de la bibliografía en inglés es de autoría propia.

[4] En el libro Especismo y lenguaje Catia Faria nos indica que utilizar el término “salvaje” es peyorativo y se inserta en la tesis de discontinuidad cognitiva del proyecto humanista de la modernidad. Es conveniente utilizar el término “silvestre”, haciendo referencia al espacio que habita ese animal y no a su supuesto carácter evolutivo. (Faria, 2024)

[5]  Autodomesticación. Se debe a  una aproximación de lobas a los asentamientos humanos para alimentarse de los restos de comida y una posterior adaptación al entorno humano pudo llevar a la protección y cooperación entre humanas y perras- lobas. (Shipman, 2021)

[6] En este artículo pondré comillas al referirme al  “ganado”, para enfatizar  en la visión de propiedad y carácter peyorativo del Complejo Industrial Cárnico tiene hacia estas animales. (75.000 millones son asesinados al año en el mundo para consumo humano) Nosotras preferimos decir que existen individuos sintientes con derecho a la satisfacción de sus intereses morales.

[7] La humana ha generado numerosas herramientas y estrategias para dar caza a la loba. El cepo lobero, ballestas, cebos, veneno, y existe toda una arquitectura construida por y para el lobo como los pozos, callejones, loberas, (Variedad de ejemplos  están presentes en todo el territorio español). Pero no es intención de este artículo explicar o dar ningún dato sobre la caza de la loba.

[8] Utilizo aquí el lenguaje masculino normativo para enfatizar la interseccionalidad entre el especismo, el capitalismo y el patriarcado.

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